Il dolce far niente
Ahora me levanto cada día a las 10, me hago mi cafetito, me leo unas páginas (o unos capítulos), me pego una duchita, como alguna cosa y me pongo a trabajar, sin prisa pero sin pausa, en alguno de los proyectos que me dan un sobresueldo.
El domingo es mi cumpleaños. Regaladme pijamas, por favor, ahora los llevo a todas horas.
Estoy en el buen camino del verdadero objetivo en la vida:
ser feliz.
Om mani pad-me hum! Oh Loto Diamantino, hágase tu voluntad por los siglos de los siglos!
2 comentarios:
¡¡¡¡Muchas felicidades!!!! Aunque retrasadas. Me gustaría ser tan valiente como tú e ir a por lo que quiero.
Besitos.
PD: me ha encantado lo de la poliandria. Yo también me apunto a eso.
Cierto que el objetivo real en la vida es ser feliz. La cuestión es cómo, y cada uno tiene su propio camino.
Por lo demás, siempre será un objetivo, una dirección que nos hace escoger un camino. A mí me parece que es un lugar por donde se puede pasar, pero no habitar.
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