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Sant Esteve de Palautordera, Barcelona
Hoy he descubierto el Verdadero Objetivo de la Vida: Ser Feliz.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

La Reina del Proyecto en Negro

Mi vida fluye -de forma general- entre los dedos de Murphy y sus estúpidas Leyes,

... pues esta mañana he tenido una entrevista de trabajo de puta madre, en la que me ofrecían un cargo de delineante bien remunerado, con horario flexible, al lado de casa y mil ventajas más. Tengo muchas posibilidades de que me cojan. Así que,

... volviendo sonriente a casa, por la carretera, me han parado los Mossos con la intención de metérmela doblada. Han mirado y remirado los papeles del coche, el seguro, el carnet de conducir, etc... buscando el mínimo fallo para tocarme los huevos. Afortunadamente, todo en mi coche está en regla. Aunque la media hora de puteo no me la ha quitado nadie. Así que,

... volviendo -de nuevo- sonriente pero mosqueada a casa, he llegado y he abierto el buzón. Y he encontrado mi primera multa en los 11 años que conduzco. Cabe decir que me ha dolido mucho y me he puesto a llorar, más por la humillación que por los 50 euros que me han soplado –y eso que estoy en el paro.

Detalles:
Exceso de velocidad en una vía limitada a 50Kms/h... en la que yo iba a 65Kms/h.
Fecha: 24-07-07. Y fecha límite para pagar: ¡24-09-07! O sea, HACE DOS DÍAS.
He tenido que pagarla a todo trapo por teléfono y comerme la penalización...
Es vergonzoso. En este ayuntamiento todo se hace mal y a destiempo. Y el servicio de correo es penoso. Le partiría la cara al alcalde y a su vigilante local (que es mi vecino, el único que no saluda, se le habrán subido los aires de “falso poli” al chicuato cabrón, que eso es lo que es).

¡Mierda!


P.D. Por la tarde he tenido OTRA entrevista que no sabría si calificar de éxito o de desastre. El entrevistador me ha recordado al gordo de mi ex-jefe. Pretende que "le demuestre lo que soy capaz de hacer" realizando (en negro) un proyecto de paisajismo que durará dos meses, y del cual me llevaré una comisión SÓLO si consigo venderlo al cliente. En ese caso, A LO MEJOR SE PLANTEA meterme en plantilla. Todo ha quedado en el aire. Ha sido rápido y surrealista. Para variar, "ya me llamará".
Que se vaya a la mierda.

Soy la Reina del Proyecto en Negro. Debo tenerlo escrito en la frente.
Me voy a cortar las venas... T_T

viernes, 21 de septiembre de 2007

¡Muerte a la Moda! (2)

Para cada acción hay una reacción. La reacción a mi reciente ataque de pánico (en el post ¡Muerte a la Moda!), y en parte para darme un homenaje (después de varias semanas metida en casa), ha sido coger la puñetera tarjeta de plástico e irme de compras.



He renovado el armario.
Me he dejado importantes cantidades de dinero.
Me siento fenomenal.

Chaquetas, camisas, blusas, jerséis. Pantalones. Botas, medias de rejilla de varios colores. Bragas y sujetadores. DE TODO.

Y como sé que a Cosichka le gustan los zapatos, le pongo una foto de las botitas que me he comprado.
¡Espero que te gusten! :)

La Prueba de Fuego


Tengo la seguridad de que cada etapa de mi vida es una estúpida Prueba de Fuego imposible de superar. La seguridad de que lo que me hace feliz está condenado a morir. Y la seguridad de que lo hace siempre en el momento exacto del clímax.

“Si desgarra más, dolerá más”
Llamadlo Ojo por Ojo o Rueda del Karma.



Porque
soy un alma ingrávida sedienta de luz. Floto como el nenúfar al arrullo de una fuente. Me desprendo de lo material, como el ermitaño de una concha pequeña. Nado a contracorriente sin dejarme atrapar, borracha de libertad. Estoy en el momento exacto del clímax.

Por eso, los pensamientos que me empujaron a cambiar mi existencia, en busca de una aventura que empezó con el nuevo año, se extinguen y abren paso a los demonios.

Llamadlo Ojo por Ojo o Rueda del Karma.
¡Lo sabía!
Porque todo lo que me hace feliz, está condenado a morir...

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Se abre la veda


Reconozco que viviendo donde vivo y rodeada de bosques, mi incultura en el tema de las setas no tiene perdón. Pues resulta que con las lluvias de este verano y la humedad de estos días, entramos -de lleno y desde YA- en época de recolección de BOLETS.

No hay mañana en que no me asome a la ventana y vea a alguien conocido, casi de incógnito (si no fuera por la cesta de mimbre) que se encamina hacia el parque con botas de montaña, sembrando el recelo entre los que lo ven y no pueden salir del trabajo; porque en estas tierras, lo de ir en busca de setas es casi un deporte, y no faltan las estrategias y las falsas bajas médicas con tal de escaparse la mañana de un martes al bosque, que es cuando seguro no hay nadie, y todas las setas están solitas y dispuestas. El buen boletaire, además, sabe dónde están las hifas de determinadas especies (son años de observación), y qué hongos están relacionados con determinados árboles, y va directamente a buscarlos. Es por ello que siempre va solo y vigilando que nadie lo siga, no sea que le descubran los rincones secretos y se le joda la recolección.

Vamos, que ir a buscar bolets es cosa individual, o de padre e hijo. Difícil lo tengo -por no decir imposible- si quiero acompañar a alguien con objetivo de aprender a diferenciar las setas, porque sé que, en vez de llevarme al sitio bueno, me tendrán toda la mañana dando vueltas por cualquier trozo de bosque, y tendré mucha suerte si veo una puta seta comestible. Tampoco es la primera vez que le pregunto a mi amiga Ana (boletaire desde pequeña, ya que va con su padre) si puedo ir a buscar setas con ellos, y me dice directamente que NO con su mejor cara de póquer.

Según esto podemos diferenciar, de momento, entre los boletaires y los incultos. Yo me incluyo en la segunda categoría. He comprado libros sobre setas, he comprado muestras en el mercado, y he salido a la aventura en busca de setas iguales... sin éxito. No tengo madera. Buscar bolets no es cuestión de suerte. Hay que conocer el terreno. Y a menudo una especie comestible y otra tóxica se parecen peligrosamente. La única forma de hacerme boletaire sería que mi padre apareciese de forma milagrosa y me dijera:

“Hija, he estado esperando, durante veinticinco temporadas, el momento de humedad relativa idónea para enseñarte los rincones secretos de esta montaña. Coge la cesta y sígueme, que vamos a buscar bolets...”
Sin duda me correría de satisfacción si se diera esta situación.


Pero no sólo están los que saben y los que no. Como en todo, también están los que no saben pero NO LO SABEN. Son los conocidos pixapins (meapinos), que son aquellas personas de ciudad que suben el fin de semana con sus mejores galas (véase chándal de colores vistosos, tejanos pitillo y zapatillas deportivas con velcro), sus Seat Ibiza y sus tupper de tortilla, y que barren literalmente el bosque en grupos de a diez, pateando y levantando la hojarasca a ver si encuentran algo. Cabe decir que estos especimenes merecen morir (risas), y que son a menudo los causantes de numerosos destrozos en el bosque, y de no menos numerosos ataques de vergüenza ajena (sobretodo cuando van por los márgenes de la carretera buscando setas con bolsas de plástico). Pero lo que más me fascina de ellos es que, si no encuentran setas, se dedican a meter en la bolsa cualquier otra cosa, por ejemplo una piña, dos castañas y un trozo de musgo.
Invariablemente, por la tarde y sin haberse comido un rosco, se meten en la tienda del pueblo y se compran la caja de rovellons más grande que encuentran, para compensar la desilusión.

En fin, creo que estos días podría salir a buscar bolets, pero es como buscar una aguja en un pajar (con el riesgo añadido de coger una seta tóxica). Tampoco quiero seguir -sin ser vista- a ningún boletaire, no sea que se de cuenta y me tenga dos horas dando vueltas, así que me contentaré con ir al mercado y comprarme una caja. Eso sí, este otoño me inflo a comer setas, que son mi manjar favorito: rossinyols, pinetells........... ¡Mmmmmmm!!!

lunes, 10 de septiembre de 2007

Historia nº 2


"Un buen día, a primera hora de la tarde, bajé a Barcelona en coche para hacer unas gestiones. En la entrada a la ronda, en una subida, me topé con la típica caravana de entrada a la ciudad. Frené. Delante mío, todos los coches estaban parados. Por el retrovisor vi formarse una cola interminable. “Hay para largo”, pensé. Cambié la música y me acomodé. Algunos conductores hacían sonar el claxon de forma insistente. Al momento, miré por el retrovisor y la cola HABÍA DESAPARECIDO. Reinó un absoluto silencio, durante el cual no pude apartar la vista del espejo, atónita. De pronto sonó un claxon cercano y parpadeé, y vi al tipo enfadado del coche de atrás. La cola estaba allí, igual que antes. Y delante no había nadie. Me pitaban para que avanzara. Temblé durante el resto del trayecto..."

Historia nº 1


Seguro que gustaréis de este tipo de historias. Y no hablo de las famosas leyendas urbanas, sino de esas situaciones extrañas e inexplicables que te ocurren un buen día, y que no te dejan pegar ojo en toda la semana, recordándolas insomne en la cama, tapado hasta las orejas...

Por mi parte, pocas veces he experimentado un miedo de ésos que paralizan el cuerpo y la mente, pero sí, he pasado por ello, aquí estoy para contarlo. Lo que vais a escuchar es cierto. No son cuentos ni relatos. Que lo creáis o no es vuestro problema. En estas vivencias no cabe ningún tipo de sugestión, como veréis, pues todas sucedieron en circunstancias de lo más comunes, y analizarlas no es mi tarea.

Así pues, poneros cómodos y prestad atención a esta primera historia...

"Cuando vivía con Oscar en pleno parque natural (ahora vivo en el pueblo), mi casa era una planta baja rodeada de un alto muro de contención de tierras, sobre/tras el cual se extendía el bosque, y más allá las montañas. Entre el muro y la fachada de la casa se formaba un pasillo absurdo sin salida de apenas metro y medio de ancho, al que daban todas las ventanas de la casa y la puerta de entrada al comedor. Al final de ese pasillo estaba la leñera, y delante aparcábamos las motos.

Una noche me desperté escuchando ruido en el “pasillo exterior”, junto a la ventana de la habitación, como si alguien arrastrara algo pesado y metálico...

“Mierda, nos están robando una moto”, pensé, y desperté a Oscar en silencio. Con sólo abrir los ojos, se le descompuso la cara al escuchar el ruido al otro lado de la ventana. “Hay alguien”, dijo en voz baja, y me hizo señas para que me levantara lentamente, sin hacer ruido y sin encender la luz.

Es en casos como éste en los que te das cuenta de tu capacidad de premeditación –que no de reacción- ante el peligro inminente, y ¡de verdad que uno se sorprende! porque Oscar, ni corto ni perezoso, cogió un HACHA enorme de la chimenea, y ante su iniciativa asesina, yo cogí un ARCO y unas FLECHAS (flipa) que teníamos en la pared, puramente decorativos, pero que en alguna ocasión habíamos disparado con éxito contra latas de coca-cola.

Así pues, de madrugada y de esa guisa, armados hasta los dientes, dispuestos a descuartizar y/o atravesar brutalmente al ladrón, nos dispusimos a abrir la puerta y sorprender al intruso. Tras la puerta y con las armas a punto, esperamos el momento adecuado.

Cuando el sonido, que se movía de un lado a otro, estuvo DIRECTAMENTE detrás de la puerta, simultáneamente y sin pensarlo abrimos la puerta y salimos gritando como un par de trolls, y allí fuera NO HABÍA NADA, sólo el silencio y el muro. (...) Así que sin comprobarlo dos veces, entramos en tropel y pateamos la puerta hasta cerrarla, y corrimos a la cama, a taparnos la cabeza con la manta, el hacha, el arco y las flechas.

Toda la operación llevó apenas veinte segundos.

Más tarde el ruido volvió, por supuesto, y duró toda la noche, pasillo arriba y abajo, pero el miedo nos pudo y aguardamos inmóviles, con los ojos como platos, a que saliera el sol.

Cuando salimos con los primeros rayos, todo estaba en orden, y el bosque tranquilo.

Nunca investigamos el origen del ruido..."

Explico esta historia muerta de risa por lo cómico de la situación, aunque se me sigue erizando el vello cuando me pregunto si...

¿Habríamos atacado, de haber visto algo? ¿Con qué consecuencias? ¿Cómo convences a la policía de que fue defensa propia, si el ladrón tiene un hacha en la cabeza y una flecha en el estómago? En fin... juzgad vosotros mismos...

... porque el miedo nos paraliza, pero también nos da alasssss.............

sábado, 8 de septiembre de 2007

¡Muerte a la Moda!


Aprovechando que he vuelto especialmente fuerte de mis vacaciones, seguiré criticando a diestro y siniestro hasta que se me pase el cabreo, pues resulta que el lunes tengo una entrevista de trabajo y NO SÉ QUÉ ROPA PONERME, y eso que tengo el puto armario lleno.

Y esque soy un desastre vistiendo. Por no mencionar mi increíble capacidad para engordar/adelgazar dos tallas de sopetón, lo que limita al 50% la ropa disponible.

(...) Antes sí, era una fashion victim, con eso de que eres joven, sales de fiesta, conoces a gente, te pasas el día en la calle y de alguna forma tienes que demostrar lo arriesgada que eres y lo poco que te importa lo que piensen los demás (...) Pero después te haces mayor, en el trabajo buscas comodidad, y a mí siempre me han tirado los pantalones tejanos, las bambas y las camisetas de rayas. Y si por mí fuera, iría en chirucas, pantalón de algodón y jersey de lana. Cabe decir que en mi último trabajo todos vestíamos muy hippies, y no pasaba nada.

Pero coño, reconozco que voy MUY tirada, y no puedo presentarme en un estudio de arquitectura -donde todos son hipermodernos y superfashions- hecha una braga. Y aunque viva en un poblacho de montaña (en el que la gente es así de chiripitifláutica), tengo que bajar a la ciudad a trabajar, y tengo que bajar PRESENTABLE. Así que esta mañana he analizado fríamente el problema, y me he dado cuenta de dos cosas:

1. Mi armario está lleno de MIERDA, y

2. consta básicamente de dos Secciones:

a. de Alta Costura: Aquí encontramos ropa y zapatos estupendos, fruto de bautizos, bodas y comuniones. Tengo cositas de Farrutx, Roberto Verino, Charo Ruiz, Josep Font... que, comprensiblemente, no puedo ponerme para salir a la calle, so pena de que todo el mundo me mire e intente entrevistarme.

b. de Basura: De aquí saco la ropa del día a día. Ninguna prenda excede de los 30 euros, y todas son fruto de rebajas, mercadillos, Zaras y Mangos. Esta mañana he contado 7 pantalones tejanos, de los cuales tres están rotos (los reservo para ir a la montaña y bajar al videoclub), tres me están estrechos y uno me lo pongo cada día, y está a punto de petar por la entrepierna, + 30 camisetas, de las cuales el 85% están excesivamente viejas (las reservo para hacer de maruja), el 14% me están estrechas (las odio, voy a quemarlas) y el 1%, o sea, dos, y además las dos negras, me las pongo cada día. En cuanto a chaquetas... pues sí. Tengo dos ponchos de lana, una chaqueta de chándal y una PELLIZA de pana forrada de borrego que da calor hasta en febrero. Y en cuanto a bolsos... más que bolsos parecen petates: menos elegantes que una bolsa de basura. ¿Y zapatos? Pues las bambas blancas y las bambas negras, las botas de montaña, y ¡ah! los descansos de la nieve (¡¡grrrrr!!!!!)...

¿Y ahora qué?! ¿Me toca ir a comprar ropa?!?! Porque, en cuestión de prendas sueltas, tengo un gusto aceptable, pero la hora de combinar es horrorosa. Siempre acabo completamente de negro, completamente de marrón o completamente de azul. Si me quitas los tejanos, más que vestirme me acabo DISFRAZANDO. Éste es un tema peliagudo al que dedicaría un post entero............ Yo SÍ que NECESITO un ASISTENTE PERSONAL.

¡¡MIERDA!! ¡Reivindico el Teletrabajo!!

miércoles, 5 de septiembre de 2007

La Raza Superior


Si hay algo que odio de mi profesión, es tener que trabajar con o para capullos pedantes como los que describiré a continuación. Afirman ser de una raza superior, se creen mejores y más interesantes que el resto de los mortales, y se atribuyen carreras universitarias inexistentes que no cursaron nunca. Son excelentes vendedores de motos, y el mundo los admira profundamente. Se atribuyen obras ajenas, y triunfan en todo lo que hacen, quizá porque pesa más su Nombre que sus contados logros profesionales.
Se hacen llamar CREADORES.

Estoy hablando de LA PRIMERA PROMOCIÓN de DISEÑADORES DE RENOMBRE del mundo mundial (los que no sean de este mundillo es posible que no sepan de qué estoy hablando).

Por poner un ejemplo, el archiconocido E. Mencos. Bajo una foto en color sepia interesantísima de su cara en primer plano, con un juego excepcional de claroscuros que potencia su seria expresión de poseedor de una inteligencia superior con deditos en la barbilla incluidos, aparece el texto: E. Mencos. Paisajista, director de cine, fotógrafo y escultor. ¡TOMA YA!

Parece ser que el recurso del primer plano en sepia o b/n con potentes claroscuros funciona. No hay diseñador conocido que se precie que no disponga de un par de fotos actualizadas de estas características. La expresión del diseñador tampoco tiene desperdicio, y ha de decir mucho de él: si tiene la mirada perdida, es un artista. Si mira a los ojos, un visionario. Si tiene una mano en la barbilla y la mirada perdida, se encuentra en plena creación de algo importante. Si sonríe es un gilipollas pero, de entrada, cae bien. Y si tiene los ojos muy abiertos, el pelo alborotado y expresión sorprendida es un genio loco, aunque en el 99% de los casos no es verdad (véase alguna foto de P. Starck).

Y ya que hablamos de P. Starck, por similitud hablaré del gordo de mi exjefe. En su caso, las fotos suelen ser en blanco y negro, de estricto primerísimo plano, también con claroscuros potenciadores de su expresión de supuesto genio loco (aunque él no lleva el pelo alborotado porque es CALVO), y suelen ir procedidas del texto: J. Font. Arquitecto, interiorista, diseñador, decorador, profesor y conferenciante. En fin, sin comentarios (sonrisita burlona).

Cabe aclarar que esta PRIMERA PROMOCIÓN DE DISEÑADORES obtuvieron en su día lo que hoy conocemos como “Graduado Superior en Diseño de Interiores”, con la diferencia de que el término “diseño” era poco utilizado, con lo que el título era de “Graduado en Arquitectura Interior”. Por ende, lo de ARQUITECTO se quedó en los currículums de estos señores, y añadieron además lo de DISEÑADOR, que suena muy bien aunque menos importante que lo anterior. Lo importante es saber que arquitecto interior, interiorista y diseñador de interiores ES LO MISMO, aunque ellos lo expongan como cosas diferentes.

Y como yo no quiero ser menos, y hoy tengo ganas de guasa, ahí va mi aportación:


M. Navas. Visionaria y gilipollas.

... a lo que otros dirán:

- Ésta es artista FIJO. Diseñadora, arquitecta o escultora por lo menos...

¡AMEN!!

lunes, 3 de septiembre de 2007

Necesito un avalista para irme de turista?!


Con esta entrada doy fin a mis vacaciones. No han sido nada del otro mundo, más bien un largo e intenso viaje interior, con algunas visitas a la playa, muchos pueblos pirinencos (como Queralbs, en la foto), algunos momentos de crisis existencial, futuras promesas sobre el viaje del año que viene (o me voy de viaje o muero, este año lo he visto muy claro), algunas discrepancias con mis amigos y SOBRETODO con una semana angustiosa de espera, debido a que a mis tíos les cogió el huracán en México, y por poco no lo cuentan. Celebramos su regreso con unos cuantos chupitos (demasiados) de tequila auténtico que se trajeron de allí. Y yo, por mi parte, alargué la celebración un par de días más, metiéndome mis propios chupitos entre pecho y espalda, en mi casa perreando sin descanso.

Cabe decir que es el primer verano que Oscar y yo hemos convivido 24 horas sin discusiones, sin quejas, ni ganas de partirnos la cara mutuamente. Somos unos supervivientes. Incluso hemos construido un pequeño estanque en la terraza (a este paso, la terraza va a parecer un parque temático). Prometo fotos del proceso constructivo.

¿Y ahora? Pues a echar currículums. A discreción. Tengo quince o veinte empresas en el punto de mira. Hay ganas de trabajar, y ésto hay que aprovecharlo. Lo de estar ociosa no es lo mío. Además, me aburro que te cagas. Ya me he leído las obras completas de Gabriel García Márquez (todo un descubrimiento, oye).

En fin... objetivo visualizado. ¡Deseadme suerte!

P.D. Si en cosa de un mes y medio no me han cogido en ningún sitio, ¡¡juro por dios que llamo al gordo y me vuelvo al antro del que salí!! ¡Porque el verano que viene cojo la paga extra y me voy de turismo! ¡Me da igual de dónde salga la pasta! ¡Me voy!